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SALUD Y CONTEXTO CULTURAL 2


Cualquier persona desarrolla tecnologías de perfil amparador y propicio, reglas favorables de exploración, y fundamentos creídas, ideológico para afrontar el asunto salud, padecimiento, muerte, esos saberes  y métodos médicos, cercando los adelantos efectivos de la fisiología europea, forman una sucesión de prácticas pedagógicas que crean parte de los de los componentes de observación del ambiente y de los humanos para la reproducción del mandato social dominante.  Las prácticas culturales no son estancadas, niveladas, ni afines, pues, como producciones emblemáticas y materia prima de los contextos de fabricación y reproducción del universo de la vida, reúnen los argumentos y las contradicciones de las diplomacias de potestad imperiosas.


La cultura interviene mucho en lo de la salud, debido a que todas las diligencias de la vida diaria son establecidas culturalmente. Esta ciencia forma las direcciones asemejando conductas sociales.

Las personas, parten de una cadena de principios elementales sanos que les admiten integrarse, a la vez que constan diferencias que median concisamente en las vidas y  asumen conjeturas que son lo didáctico, esta habla de los dogmas y los bienes y conductas de los grupos menospreciados, la otra presunción es lo materialista; o sea debate la idea del dominio de autónoma elección y que esta sea el principio de las diferencias en la salud.  Por otro lado, la cultura y la sociedad, la sabiduría es un constructo nacional, y por lo tanto asimismo cambia las prácticas que se cimientan como modelos formativos y socialmente admitidos. Las conductas repercuten más o menos desde la apariencia saludable, en materia de que la extensión propaga en lo social cuando haya un instante fijo.

 Como se ha observado en los estilos de vida y las conductas, se demuestra como el estilo de vida de una persona da el efecto de que esta afecta los riesgos de enfermar o morir. El tabaco y el alcohol son vínculos sociales que las personas adquirimos debido a lo cultural, entramos en un círculovicioso y nos dejamos llevar por los estilos de vida que circundan en nuestro medio. Y para dejar esto existen unos procesos que ayudan a mejorar las conductas no saludables como lo son estas.

Para finalizar, se puede afirmar que las prácticas culturales conforman sistemas de referencia para estructurar la interacción social de los hombres y mujeres en su cotidianidad.

La salud es un derecho inherente a la vida y su preservación es un deber de cada persona. Es un bien social.

Compete al Estado el cuidado de la salud física, mental y social de las personas, y asegurar a todos la igualdad art. 41 de La Constitución Provincial.

Actualmente, suele aceptarse que, en su sentido más básico, la inequidad en salud representa las desigualdades que son inequitativas e injustas. Según apunta Starfield en su trabajo, las desigualdades de salud no se producen al azar. El estado de salud guarda relación con las características biológicas y sociales del individuo, la organización económica y política, la estructura social y el trasfondo cultural, como también con los procesos demográficos y macro ecológicos, que deben tenerse en cuenta a fin de poder advertir tendencias a largo plazo en el proceso de salud y enfermedad. El artículo de Starfield ofrece un útil marco conceptual que vincula las diferentes influencias que actúan de manera dinámica sobre la distribución desigual de la salud y las causas de inequidad.

Respecto a la equidad en los resultados de salud, o su ausencia, la inequidad, o la iniquidad, según lingüísticamente se quiera expresar la definición de inequidad en salud más divulgada y sintética es la propuesta por Margaret Whitehead, quien la conceptualiza como las diferencias en salud innecesarias y evitables, pero además, consideradas injustas. Whitehead y Dahlgren señalan que son tres los hechos distintivos que, cuando se combinan, transforman simples diferencias en salud en inequidades sociales en salud: son sistemáticas, son socialmente producidas (por tanto, son modificables) y son valoradas como injustas. En un plano más general, como expresan de la Torre y otros, la conceptualización de inequidad no puede sólo limitarse a las desigualdades, ya que existen igualdades injustas, innecesarias y evitables que también debieran considerarse como inequidades. Por tanto, como la desigualdad no necesariamente implica inequidad, la igualdad no implica necesariamente equidad. Las inequidades en salud se basan en las diferencias.

 

INEQUIDAD EN SALUD EN EL CONTEXTO INDIGENA

Actualmente las condiciones de salud de la población indígena de la provincia de Salta presentan un rezago importante respecto al resto de la población, existiendo marcadas diferencias en cuanto a las causas de mortalidad general. La mortalidad indígena tiene como causa de muerte: las infecciones intestinales y la influenza y neumonía. Las diferencias más importantes en cuanto a causas de mortalidad se encuentran en la tuberculosis pulmonar, las diarreas y la mortalidad materna. La mayor mortalidad de la población indígena se registra en los primeros años de la vida. Los factores de riesgo asociados a las elevadas tasas de mortalidad infantil son: mujeres con elevada fecundidad; inicio temprano de la vida sexual activa y periodos intergenésicos cortos; madres de baja escolaridad y malas condiciones de vivienda; difícil acceso o nulo a los servicios de salud y deficiente infraestructura sanitaria.

En las comunidades indígenas tienen una prevalencia elevada las llamadas patologías de la pobreza, entre las que destacan el cólera, la tuberculosis, el paludismo, el dengue, la lepra, etc. El alcoholismo sigue siendo un grave problema social que afecta a las familias indígenas. Las viviendas no cuentan con drenaje, no disponen de energía eléctrica, y carecen de agua. A dichas condiciones de insalubridad se suma el hecho de que una proporción elevada de la población es analfabeta, a expensas principalmente de las mujeres

Montoya considera que la salud forma parte de la categoría de los derechos naturales, mientras que la equidad forma parte de los derechos civiles. La sociedad se basa en un contrato precisamente para evitar las distorsiones derivadas de las desigualdades de poder y que dichas desigualdades se transformen en injusticias. Los significados que se atribuyen a la persona en cuanto a lo que vale por su posibilidad de tener dinero, contribuye en el ambiente social a diferenciar dos clases sociales entre los “los pudientes“y “los menos favorecidos”. Ambas clases mutuamente excluyentes en la sociedad argentina. La naturalización de la pobreza en nuestra sociedad, y la indiferencia de los organismos estatales en seguridad social y del sistema de salud, son situaciones negativas que contribuyen y alimentan el espiral de la marginación o de la exclusión social.

 

CAPITAL ECONOMICO SOCIAL Y CULTURAL

A consecuencia de la escasez de servicios permanentes de salud en las zonas indígenas, la baja frecuencia de notificación y la baja asistencia a los servicios de salud, existe un marcado subregistro en la información. Además, los sistemas institucionales de información, no distinguen si el usuario del servicio es indígena o no. Por ello, no es posible identificar específicamente los daños a la salud que ocurren en esta población.

Las estadísticas revelan sólo las causas de enfermedad diagnosticada, pero no capturan el sentir indígena sobre las causas que afectan el equilibrio de salud enfermedad, ni tampoco los eventos atendidos al margen de los sistemas institucionales de salud. Es necesario avanzar en la construcción de una auténtica epidemiología socio-cultural (a través de estudios locales) que incluya tanto a las enfermedades recogidas por el sistema de salud como a las llamadas “tradicionales”.

La importancia de la medicina tradicional se ejemplifica en el hecho de que en las zonas rurales más alejadas y con un alto porcentaje de población indígena, el 100 por ciento de los nacimientos son atendidos por parteras.

El principal problema de nutrición de los niños y niñas menores de cinco años es la desnutrición crónica, manifestada por retardo en el crecimiento (baja talla). Otros importantes problemas de nutrición son la deficiencia de micronutrientes y la anemia. La anemia provoca una menor capacidad para la actividad física y varias de las funciones mentales se ven afectadas, principalmente la exploración y la atención, lo que trae como consecuencia una menor capacidad de aprendizaje. Asimismo, la respuesta que el organismo tiene ante las infecciones se ve disminuida, ocasionando que las enfermedades sean de mayor severidad y por ello exista un mayor riesgo de muerte.

Las deficiencias de micronutrientes también son muy importantes en las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. Esta situación condiciona que las mujeres indígenas tengan una mayor probabilidad de presentar complicaciones durante el embarazo, tener hijos e hijas con bajo peso al nacer o prematuros. El riesgo de morir de una mujer indígena durante el embarazo, parto o puerperio es elevado. Las mujeres indígenas pertenecen a los sectores del país en donde se concentra uno de los más grandes rezagos en materia de salud.

Hecho que tiene su origen en la triple marginación que enfrentan por su condición de género, clase y etnicidad.

 

DETERMINANTES SOCIALES

Los determinantes sociales nos llevan a comprender el proceso salud-enfermedad que para algunos representan los factores de riesgo de la epidemiología clásica, las condiciones sociales en que vive una persona influyen sobremanera en su estado de salud. En efecto circunstancias como la pobreza, la escasa escolarización, la inseguridad alimentaria, la exclusión, la discriminación social, la mala calidad de la vivienda, las condiciones de falta de higiene en los primeros años de vida y la escasa calificación laboral constituyen factores determinantes de buena parte de las desigualdades que existen en estas familias No solos circunstancias sociales- estratificación social y posición social determinan las inequidades sociales (en el nivel Poblacional) sino que también operan a través de determinantes intermedios generando inequidades en salud. Los marcos institucionales socioeconómicos y macroeconómicos, el conjunto de valores sociales aplicados por una determinada sociedad y las políticas públicas inequitativas son factores de fundamental importancia en la conformación de las inequidades sociales. Las personas y grupos sociales que están más abajo en la escala social, poseen dos veces más riesgo de contraer enfermedades graves y de fallecer prematuramente. Las causas materiales y psicológicas, contribuyen con estos riesgos y sus efectos se extienden a casi todas las causas de enfermedades y muerte y a todos los grupos sociales. Las desventajas sociales pueden manifestarse en forma absoluta o relativa, y la tendencia es a concentrarse en los mismos grupos sociales, sus efectos en la salud se acumulan durante toda la vida.

Decíamos que, el Sistema de Salud, es decir los médicos, los equipos de Salud, y el sector Salud en general, impactan solamente en un 11 % sobre la Salud de la gente y sin embargo los factores sociales, educación, ingresos vivienda y otros determinantes sociales impactan nada menos que en un 43 %.

Lo anterior, está produciendo Inequidad en Salud, es decir hay una relación entre determinantes sociales y niveles de equidad.

Por eso el equipo de salud debe actuar lo antes posible, esta es la esencia de la atención primaria de la salud, la prevención pasa entonces por contrarrestar los efectos adversos que ejercen sobre la población (en este caso infantil) los factores de riesgo prevalentes en la comunidad. Cuando tenemos la enfermedad y ofrecemos el tratamiento ofrecemos la alimentación adecuada debemos continuar la atención, la ayuda no solo de educadores de la salud, sino también la acción comunitaria mejorándoles la vivienda, la provisión de agua potable , de nada vale lo que podemos hacer en los hospitales o centros de salud evitando fatales desenlaces, sino le damos las armas para continuar manteniendo o cuidando la salud, , ayudando y mejorando la alimentación de esas familias, llegar con todo los recursos a esas zonas alejadas brindando atención enseñando de los cuidados en la salud. A concientizarlos que tienen derecho a una buena salud, a exigir la atención como un derecho de individuo

Lo anterior implica entonces aclarar que el objetivo es promover la Salud, otorgando las posibilidades y oportunidades para que los individuos y grupos eleven sus niveles de satisfacción material, física y espiritual, más allá del hecho de estar o no enfermos.

Desde esta perspectiva, se entiende la Salud, como un proceso social, ligado a la vida, y en consecuencia, lleva implícito dentro de sus condicionantes estructurales, acciones y significaciones sociales e institucionales, elementos culturales, económicos, sociales y políticos, que es necesario entender como un todo para intervenir desde esa lógica.

 

EL ROL DE LAS INSTITUCIONES

En Argentina, se vienen generando una serie de propuestas tendientes a modificar distintos aspectos para grupos vulnerables. Los valores incluyen equidad, excelencia, solidaridad, respeto e integridad. En la practica la aplicación de estos valores implica la promoción de responsabilidades y esfuerzos comunes en la lucha por la imparcialidad y la justicia para eliminar las diferencias que son evitables e innecesarias, con la misma alta calidad técnica y en un contexto de dignidad o diversidad de los individuos, pueblos, y países y la garantía de la transparencia, ética y responsabilidad en el desempeño. La visión es ser el mejor catalizador para asegurar que toda la población goce de una óptima salud y contribuir al bienestar de las familias y comunidades. La misión es promover la equidad en salud, combatir la enfermedad. Las metas generales y específicas del equipo de salud es la reducción de la pobreza extrema, equidad en el desarrollo, los derechos humanos y la protección de los grupos más vulnerables, reducción de la mortalidad infantil, mortalidad materna, acceso al agua, medicamentos, etc.

El perfil epidemiológico presente en la población indígena está asociado a los altos índices de pobreza, desempleo, analfabetismo, migración, marginación, y necesidades básicas insatisfechas. La heterogeneidad étnica y cultural de los pueblos indígenas, determinaría la necesidad de enfatizar formas innovadoras en la atención de sus necesidades de salud, en lugar de adoptar un solo programa o modelo de atención. La falta de estadísticas vitales o de servicios desagregados por etnia, género y grupo etario dificulta la evaluación adecuada de la situación de salud, las condiciones de vida y la cobertura de los servicios de salud de los indígenas.

La compresión de los factores sociales o culturales que originan los conocimientos de las actitudes y prácticas de las personas en el mantenimiento y restauración de la salud, son primordiales. El desafío de la salud pública es traducir la información sociocultural en una información práctica para promover el bienestar de los individuos y comunidades indígenas. Las actividades han estado dirigidas a apoyar la formulación y puesta en práctica de políticas y estrategias integradas en el desarrollo de los sistemas de salud tendientes al logro del acceso equitativo para los pueblos indígenas, dentro del contexto de la reforma sectorial. En el diseño y la educación de los marcos de referencia y modelos de atención que aborden las barreras que limitan el logro de la equidad en salud o en el acceso a los servicios de salud por parte de los pueblos indígenas. Por lo cual, se ha enfatizado en la generación de metodología e instrumentos que faciliten la incorporación de las perspectivas, medicinas y terapias indígenas en los sistemas nacionales de salud, particularmente en la atención primaria de salud: La iniciativa de salud de los pueblos indígenas representa una oportunidad para demostrar nuestro empeño en la búsqueda de equidad y el valor que le asignamos a la diversidad cultural. También demuestra nuestro compromiso con el acceso de las comunidades al mundo. Alienta a poner al descubierto y vigilar las inequidades determinadas por la pertenecía étnica, así como alimentar programas y alcanzar procesos conducentes a mejorar la situación sanitaria y el acceso a los servicios de salud por parte de los pueblos indígenas.

 

Que todos los enfermos no son iguales es una idea que los especialistas médicos siempre tienen presente. Sin embargo, las diferencias parecen agudizarse entre culturas, ya que cada una tiene una percepción distinta de lo que es la enfermedad, el dolor o el tratamiento. Para mejorar la relación entre médicos y pacientes, la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (Semergen) ha editado el primer ‘Manual de Medina Transultural’, que da respuesta a los principales problemas que se plantean en las consultas.

El aumento de la inmigración ha puesto de relevancia las diferencias culturales que en ocasiones dificultan la comunicación con el paciente y, por consiguiente, impiden un correcto diagnóstico y tratamiento. Conocer cuál es el comportamiento habitual de un médico y cuáles son los rasgos culturales del paciente que le visita puede ser el primer paso para subsanar esta falta de entendimiento.

 

“En ocasiones surge un enfrentamiento entre la medicina tradicional o propia del país de origen del emigrante y la medicina basada en la ciencia. Es necesario tener ciertos conocimientos de antropología médica, ya que no sólo hay que entender cuál es la enfermedad que se padece sino también cómo expresa cada cultura los síntomas y emociones”, explica Julio Zarco, vocal de formación de Semergen.

En algunas culturas, por ejemplo, el contacto visual resulta crucial en la comunicación. Es el caso de los ciudadanos chinos, que nunca dirigen la mirada al médico. “Esto puede confundirse con síntomas de depresión o falta de sinceridad, cuando en realidad es una demostración de respeto. Sólo miran a la cara a sus iguales, nunca a las personas que consideran superiores. Sin embargo, en Medio Oriente la mirada a los ojos de un hombre a una mujer puede considerarse una invitación de naturaleza sexual”, indica el doctor José Luis Martincano, autor del manual, editado en colaboración con los Laboratorios Lilly.

Algunas culturas también establecen rituales específicos en la relación con sus pacientes. “Mientras en España cada vez se practica una medicina menos ritual, en la que el médico incluso deja de lado la bata y sólo se le reconoce por el estetoscopio, algunas culturas precisan de estos rituales para darle más valor a su encuentro con el especialista”.

 

Número gafe

El manual también desglosa algunas curiosidades, como las que se refieren al bajo umbral de dolor del pueblo mexicano, para el que cualquier remedio parece insuficiente a la hora de aliviar los dolores; la importancia de evitar el uso de la palabra ‘four’ (cuatro, en inglés), que en chino suena igual que ‘muerte’, o las habituales reticencias de los miembros de la etnia gitana a la hora de seguir las instrucciones del médico, ya que siempre toman una dosis menor a la recomendada al considerar que la medicina oficial es ‘demasiado fuerte’.

De hecho, las costumbres y las creencias tienen mucho que ver con el cumplimiento del tratamiento. “Los mitos, las creencias religiosas, la falta de confianza y la incapacidad de entender el concepto bioquímico o farmacológico actual son los principales factores que influyen en el incumplimiento de los tratamientos”, apunta Martincano.

 

Cápsulas

Así, algo tan sencillo como tomar una cápsula puede resultar problemático para musulmanes, judíos o hindúes, ya que suelen fabricarse con gelatina procedente de los huesos y la piel de animales, incluidos el cerdo y la vaca. También pueden ser rechazadas las insulinas de vaca y cerdo y las transfusiones de sangre por razones morales, espirituales, étnicas o por la creencia de que son contagiosas.

 

En todo caso, conocer las diferencias culturales en la percepción de la salud y la enfermedad no sólo facilita el tratamiento de todos los pacientes, sino que también puede resultar especialmente enriquecedor.

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